Conociendo Salamanca y Cáceres sin gluten (Parte I)

Siguiendo la ruta de la plata desde Sevilla hemos ido a conocer 2 de las ciudades más bonitas de España, ambas con un envidiable casco antiguo declarados Patrimonio de la humanidad y con mucho que ofrecer a los celíacos.

Cuando comenzamos a buscar información sobre los establecimientos sin gluten de Salamanca, encontramos que había muy pocos y que incluso podíamos tener problemas para comer. Pero gracias a la ayuda de Salamanca Gluten Free pudimos descubrir una variedad de lugares en los que comer sin problemas, casi todos en la zona céntrica de la ciudad.
El primer día almorzamos en Tapas 2.0., una gastrotasca situada en la calle Felipe Espino 10 con carta para celíacos que ofrece algunos platos y tapas caseras. Nosotros pudimos degustar la hamburguesa de ternera con cebolla y cheddal, la ensaladilla rusa y las patatas «muy» bravas, todo acompañado de una Mahou sin gluten.


Para merendar no encontramos ninguna cafetería o confitería que tuviera alguna alternativa sin gluten, pero nos hemos enterado de que próximamente van a abrir una confitería especializada llamada también «Salamanca Gluten Free». Lo reservamos para nuestra próxima visita.
Para cenar decidimos acudir a uno de los restaurantes con oferta gluten free más recomendados en Salamanca: Bar-Restaurante Jero. Se encuentra en la calle Meléndez 11, muy cerca de la Casa de las Conchas. Su carta está adaptada para celíacos y los camareros te recomiendan lo que puedes tomar. Allí pedimos una tortilla francesa y bistec de ternera acompañado de patatas fritas, platos grandes y totalmente caseros. Fue en este lugar donde conocimos por primera vez el pan de la marca Betina, una baguette con textura esponjosa y sabor delicioso.


Los desayunos los hacíamos en el hostal en el que nos alojamos, pero aunque se adaptaron bien a nosotros y nos ofrecieron pan y galletas sin gluten, además de café y zumo de naranja natural, no os lo vamos a recomendar ni a nombrar, ya que no es un lugar muy cómodo en el que alojarse y seguro que podéis encontrar cualquier sitio mejor.
Al día siguiente probamos a almorzar en otro lugar céntrico también con carta sin gluten: La Tentazion, un restaurante situado en plena Plaza Mayor de Salamanca con una terraza muy agradable. Aquí degustamos unos huevos rotos con pimiento y jamón y una rica hamburguesa de buey. Además tenían varios postres sin gluten que ofrecer y probamos la tarta de queso con aroma de naranja, deliciosa.


Los precios en general son bastante buenos, entre 10 y 15 euros por persona, teniendo en cuenta que se trata de una ciudad muy turística y que todos estos lugares se encuentran en pleno casco antiguo.
En el siguiente post os contamos la segunda parte de nuestro viaje, del que hemos disfrutado enormemente y es por ello queremos compartirlo con vosotros. ¡No te lo pierdas!

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